lunes, 17 de marzo de 2008

Construir una barbacoa: disfruta del jardín


Una vez preparado el jardín, si el espacio nos lo permite, una buena idea es instalar una barbacoa al más puro estilo rústico. Un complemento de diseño con materiales tradicionales, tales como cerámica, ladrillo, piedra y hormigón, que puede apreciarse cada vez más en las terrazas de muchos hogares, sustituyendo a las antiguas parrillas metálicas. El éxito de las barbacoas está no sólo en su utilidad, que nos permite cocinar de día y de noche a la intemperie, sino también en su valor decorativo.

Normalmente, las prefabricadas tienen un coste económico mayor (su precio oscila entre los 1.300 y 2.000 euros) y sus diseños no suelen permitir cambios en la estructura, aunque se gana en rapidez y limpieza a la hora de instalarla. Si lo que queremos es dar un toque personal, original y acorde con la entorno de nuestro jardín o terraza, ponte manos a la obra y construye tu propia barbacoa. Aunque requiere un mayor esfuerzo y trabajo, su coste no es tan elevado y la satisfacción será mucho mayor.

Antes de empezar, no podemos olvidar que trabajamos con fuego, por lo que tendremos especial cuidado en los siguientes aspectos:

Construir asador

1. Construir nuestro asador sobre una plancha de cemento previamente elaborada evitará pequeños percances que puedan surgir. De esta forma, la barbacoa también estará más fija en el suelo y será más fácil cocinar.
2. El espacio: una barbacoa es un elemento que necesita un espacio amplio en el que se pueda trabajar sin estorbar y, sobre todo, sin causar ningún tipo de daño. Lo preferible es un lugar relativamente apartado de nuestro jardín.
3. El sol: si nuestra barbacoa va a utilizarse con mayor frecuencia en verano, es aconsejable que se busque un lugar con sombra.
4. El viento: dependiendo del lugar, el viento suele soplar con más frecuencia en una dirección que en otra. Es por ello que intentaremos, en la medida de lo posible, construir nuestra barbacoa de espaldas al mismo. En caso contrario, el aire podría revocar el humo, haciendo que el fuego se apague.

diseñar nuestra barbacoa

Lo primero, los materiales
El siguiente paso será diseñar nuestra barbacoa, así como definir los materiales que utilizaremos para su construcción. Por lo general, el ladrillo es de los más utilizados por su rapidez en la construcción de chimeneas, aunque la piedra aporta un aspecto más rustico, más natural. Un consejo para reducir gastos y tiempo es revestir nuestra barbacoa con placas de piedra natural o artificial. El hormigón armado es otro de los materiales que aportan gran versatilidad; puede ser utilizado tanto para las chimeneas como para la base refractaria y los compartimentos inferiores. A continuación, detallaremos todos los materiales necesarios:

1. Ladrillos macizos de 24 x 11 x 5,5 cm: 40 unidades.
2. Ladrillos macizos de 24 x 11 x 7 cm: 350 unidades (dependiendo del tamaño de chimenea que queramos construir será mayor o menor el número).
3. Ladrillo refractario de 22 x 10 x 4 cm: 85 unidades.
4. Sacos de cemento de 40 kg: 4 unidades.
5. Peldaño de escalera 24 x 24 cm: 6 unidades.
6. Perfil metálico en 'U' de 6 mm 20mm x 20mm x 1,5 m: 4 unidades.
7. Azulejos 20 cm x 20 cm: 20 unidades.
8. Pintura impermeabilizante: 1 kg.
9. Plancha de hormigón armado: 1 unidad (a medida)
10. Piedras de revestimiento.
11. Machihembrado de 80 x 25 x 3,5: 6 unidades.

El precio medio de los materiales empleados, salvo la plancha de hormigón armado y las piedras para revestir la chimenea no excederá de los 200 euros aunque todo dependerá de la zona en la que compremos.

hacer barbacoa

Manos a la obra
Una vez reunidos todos los materiales y herramientas, procederemos a levantar nuestra barbacoa. En el caso de que queramos instalarla sobre una base de cemento (y piedra) tendremos que acotar primero la zona donde verteremos el cemento con un molde de madera, para después alisarla lo máximo posible evitando así irregularidades en el terreno. Cuando el cemento esté aún fresco, colocaremos las piedras naturales que utilizaremos como suelo, de forma que quede un pequeño espacio de cemento entre una y otra. Estas juntas, posteriormente, se rellenaran con cemento, dándole un aspecto uniforme. La construcción de una plataforma siempre es más aconsejable que hacerlo sobre la tierra.

utensilios cocina

Para la confección de la base de nuestro asador: dependiendo del diseño, levantaremos pequeñas torres de ladrillos macizos con cemento y moldes de madera que aseguren su rectitud. No olvidaremos tampoco la medida de los estantes, que utilizaremos posteriormente como almacén para los utensilios cocina, así como la leña o el carbón. Para insertar las baldas, utilizaremos el machihembrado, previamente cortado, para asegurar una buena sujeción.

revestir de ladrillo

A continuación, nos apoyaremos sobre un molde de madera de cúpula arqueada para dar la forma a nuestra encimera, lo revestiremos de ladrillo comenzando siempre por los laterales y allanaremos la superficie. Si preferimos cambiar la textura de nuestro poyete, una plancha de hormigón fijada con cemento puede ser una buena alternativa. Indistintamente, el arco de madera lo utilizaremos para revestir el frontal con ladrillo macizo y dar un aspecto de boca de chimenea falsa.

paredes refractoras

Seguidamente, emplearemos los ladrillos refractarios para crear el pequeño foso donde colocaremos luego la leña o el carbón. Flanqueado por una pequeña fila de ladrillos macizos, el aspecto final debe quedar como una U revestida. Las paredes refractoras, también realizadas en ladrillo, incorporarán los perfiles metálicos en U (previamente cortados), que nos servirán como raíles o correderas por donde se deslizará la parrilla

horno refractario

Una vez listo nuestro horno refractario, pasaremos a la construcción de la campana extractora, para la cual volveremos a hacer uso de nuestro molde de madera. El procedimiento será el mismo que el seguido en la construcción de los arcos iniciales, salvo que en este caso tendremos en cuenta dos detalles imprescindibles: la apertura superior de la chimenea y la colocación de un estrangulador de humos.

Con respecto a la chimenea, se realizará una vez hayamos perfilado el último arco con ladrillos. Como puede apreciarse en la siguiente foto, en lugar de rellenar el hueco superior del arco (como hicimos para colocar la encimera), lo dejaremos abierto para erigir un tubo de escape de ladrillo macizo hasta la altura que nos convenga. Finalmente, nuestra torre de extracción quedará parcialmente cerrada al dejar una boca de escape para humos que realizaremos con los mismos ladrillos para no alterar la fisionomía de nuestra barbacoa.

estrangulador de humos

Todos contra el humo
En cuanto al estrangulador de humos, pieza en forma de cuña que conduce el humo hacia el escape en la parte superior evitando el retorno de éste al asador, deberemos colocarlo antes de comenzar nuestro trabajo con ladrillos, ya que luego todo quedará cubierto y revestido. En el caso de que nuestra barbacoa aproveche la pared como punto de apoyo, los peldaños de escalera que harán de estranguladores tendrán que ir adheridos a ella con cemento.

Si bien nuestro propósito es aislarla de la vivienda y alojarla en un lugar apartado del jardín, comenzaremos a construir nuestra chimenea de atrás hacia delante; es decir, en primer lugar el fondo, donde colocaremos el estrangulador con los peldaños, y, seguidamente, la parte de delante, sellando el resto con ladrillos.Ya tenemos listo el esqueleto de nuestra pequeña cocina.

revestimiento con piedra

Y ahora, a decorar
Ahora que tenemos lista nuestra barbacoa, os enseñaremos unos trucos para imprimir un toque personal a vuestro fogón: el revestimiento con piedra. Ésta podrá ser natural o artificial, también llamada piedra cultivada, y su precio variará en función del tipo y del modelo que escojamos. Existe gran variedad de piedras decorativas de exterior. De todas formas, es una buena inversión que aporta durabilidad y un aspecto rústico acorde con los elementos naturales del jardín.

Normalmente, esta piedra suele adquirirse en placas individuales para ser cortadas a medida. Con ellas no tendrás que preocuparte de dejar una apariencia perfecta, pues la naturaleza en sí no es uniforme. Una vez cortadas las placas, colocaremos con cemento cada pieza de forma independiente sobre toda la superficie enladrillada, dejando entre una y otra un espacio no muy grande. Por último, una vez terminada esta tarea, procederemos a rellenar los huecos que hayan quedado libre con cemento gris o blanco, dependiendo del color que hayamos escogido para revestir.

revestimiento con piedra

Y ahora, a decorar
Ahora que tenemos lista nuestra barbacoa, os enseñaremos unos trucos para imprimir un toque personal a vuestro fogón: el revestimiento con piedra. Ésta podrá ser natural o artificial, también llamada piedra cultivada, y su precio variará en función del tipo y del modelo que escojamos. Existe gran variedad de piedras decorativas de exterior. De todas formas, es una buena inversión que aporta durabilidad y un aspecto rústico acorde con los elementos naturales del jardín.

Normalmente, esta piedra suele adquirirse en placas individuales para ser cortadas a medida. Con ellas no tendrás que preocuparte de dejar una apariencia perfecta, pues la naturaleza en sí no es uniforme. Una vez cortadas las placas, colocaremos con cemento cada pieza de forma independiente sobre toda la superficie enladrillada, dejando entre una y otra un espacio no muy grande. Por último, una vez terminada esta tarea, procederemos a rellenar los huecos que hayan quedado libre con cemento gris o blanco, dependiendo del color que hayamos escogido para revestir.

alicatar la superficie con los azulejos

Para la encimera, alicataremos la superficie con los azulejos que hayamos seleccionado a nuestro gusto. Los azulejos pueden aportar un contraste muy decorativo a nuestra barbacoa, además de útil. El procedimiento será el mismo que con las piedras, salvo que dejaremos entre baldosa y baldosa un espacio más reducido. También nos aseguraremos de dejar todas las piezas selladas; para ello podemos ayudarnos de un martillo de caucho. Un detalle muy importante que no se nos puede escapar es el alisado de la superficie donde colocaremos las losetas. Todo debe estar siempre al mismo nivel.

Si lo que queremos es innovar, podemos aprovechar nuestro ingenio para componer un mosaico con pequeños trozos de las baldosas que hayamos escogido. En ese caso, no deberemos tener tan en cuenta los pequeños desniveles provocados por el cemento.

domingo, 9 de marzo de 2008

Incorporar un drenaje al sótano


Las lluvias llegan con el otoño y muchas veces provocan estragos en nuestras viviendas. Una casa con aislamientos pobres o deteriorados es presa fácil de las inundaciones. Algo similar le ha sucedido a Fernando, moderador del foro de Bricolaje, que ha tenido que instalar un drenaje en su sótano porque éste se encharcaba con las lluvias más intensas. Fernando ha querido mostrarnos cómo ha sido el proceso, paso a paso, a través de las imágenes que ilustran este reportaje.

El muro exterior de su sótano está recubierto por una capa de pintura bituminosa que hace de impermeabilizante. Según el arquitecto al que consultó Fernando, debía de existir algún agujero o fuga que permitía el paso del agua y que provocaba el encharcamiento. Al final hallaron la zona culpable: bajo las ventanas que dan al semisótano.

¡Manos a la obra!
Fernando se pone a cavar con la finalidad de levantar las losetas de carril, ya que en ese lugar instalaremos el drenaje (1). Sin embargo, bajo el mortero de las losetas, encontramos hormigón que, al golpear con el pico, suena muy duro. El zuncho de los pilares rebasa el perímetro de la casa y hay que replantearse la ubicación del drenaje.

Al final, el drenaje no se colocará junto a la acera, sino un poco más lejos, en la zanja que vemos en la imagen (2), por donde pasea la mascota de Fernando, Coco. Esta zanja también tiene fondo de hormigón (el llamado de limpieza), pero está lo suficientemente profundo como para que quepa el tubo.

En la imagen 3 podemos observar cómo ha quedado la zanja y los materiales que se van a utilizar: el tubo de drenaje, la malla de plástico que servirá de armadura para el chaflán de cemento y los sacos de cemento.

Inconvenientes: cavidades
Después de completar la zanja, Fernando descubre un nuevo problema: al rascar para limpiar la unión de la acera con el zuncho, existen grandes cavidades (4). Es probable que por aquí entre agua al sótano, así que habrá que cubrir los agujeros con cemento y una mano de alquitrán.

La intervención es de albañilería (5): se cubren las cavidades con un mortero antihumedad que ya viene mezclado con arena y sólo tenemos que agregar agua. Tapamos toda la bancada.

Asimismo, cubriremos con el mortero la 'cama' para el tubo de drenaje (6). Para rellenar los desniveles (como el de la izquierda junto al muro) recuperamos el escombro de hormigón que habíamos quitado al excavar. Lo troceamos con la machota para rellenar bien los huecos. Un apunte: la malla azul (7) se incorporó después de la primera mano de cemento. Sirve como armadura para el chaflán de cemento y se colocó una doble capa a lo largo de la bancada.

Poniendo un tubo de drenaje
Tras un lecho de grava para hacer la pendiente, tendemos el tubo de drenaje (8). Para que no se torciera al llenar la zanja de grava, le pusimos unas "abrazaderas" de piedra y cemento. En la imagen 9 podemos examinar el tubo de cerca: está repleto de pequeños agujeros que impiden el paso a la tierra o la grava, pero no del agua.

Fernando ha situado el arranque del drenaje (10) junto al muro que les separa del lavadero. Primero tal cual, y luego, según dice Fernando, "con 'chasis' de cemento". Ha llegado el turno de incorporar la grava para solar el terreno (11).

Después de echarla, se rastrilla y se compacta (12). Para finalizar, se repasa el borde de la acera (13).

El extremo del tubo seguirá ahora sin conectar a ninguna parte: es lo que falta, hacer que el drenaje desemboque en la arqueta principal (14). Para realizar la conexión de ambos elementos, ponemos un poco de espuma de poliuretano (15) y listo. Ahora ya tenemos preparados los exteriores de la casa para las lluvias más fuertes del invierno.

Impermeabilización, la tarea del otoño

Antes de que lleguen el frío y las lluvias propias del otoño y el invierno, tendremos que acondicionar nuestra casa para que supere sin dificultades la climatología que está por venir. Una de las tareas más importantes es la impermeabilización. Gracias a ella podremos evitar goteras o filtraciones, reforzar juntas y conseguir una buena estanqueidad con respecto al agua.

Para hacer frente a este trabajo, en el mercado encontramos una gran variedad de productos que nos proporcionan la mejor impermeabilización durante el invierno.

Giscosa
Giscotherm es una lámina impermeabilizante fabricada sin disolventes, lo que favorece el cuidado del medio ambiente. Elaborada en caucho sintético, ofrece una excelente resistencia al frío y al calor, a los rayos ultravioletas y al ozono. Giscolene es una membrana de caucho que posee una alta resistencia al desgarro, al impacto o a las punzadas, lo que la hace ideal para sistemas de lastrado.

Construir una casa paso por paso (III).

Con la fachada exterior terminada, el interior de la vivienda centra todos nuestros esfuerzos. Colocar el cuadro de mando, los sanitarios, los azulejos, ventanas y puertas serán los últimos detalles para hacer la casa habitable.

Obra en el interior
Los marcos de madera para las puertas tienen dos manos de xilamón fondo, para protegerlos de la humedad, y están sujetos a la pared con yeso mezclado con cemento. El cuadro eléctrico de la casa también está ya montado.

El inodoro se ha colgado a la pared usando el sistema de cisterna empotrada, que, aunque resulta algo más caro que uno normal, estéticamente merece la pena. Las juntas de los azulejos están hechas con vorada epoxi para evitar que se pongan grises.




En las paredes de la ducha colocamos poliuretano líquido para evitar filtraciones de agua y el sumidero, en el fondo, va unido a una lona de goma que ocupa todo el suelo, bajo las baldosas. Para evitar resbalones indeseados, se puso como revestimiento gresite rugoso antideslizante y en las juntas de las paredes se mantuvo vorada epoxi como en el resto del cuarto.



Las ventanas son de aluminio con rotura del puente térmico y con un aislante dentro. Con las baldosas del suelo puestas, sólo queda colocar el mueble, el lavabo, las persianas eléctricas y la puerta para que el baño principal esté terminado.

La escalera se forró de granito (también parte de la cocina). Primero se hizo la escalera con hormigón y con mortero se remata casi al milímetro. Un marmolista hizo plantillas en cartón para servirnos más tarde las piezas ya cortadas. Con cuidado, para no partir ninguna, se fueron pegando cada una con cemento cola. Para proteger la piedra, por encima de cada pieza, se da un producto impermeabilizante para que, si algún líquido cae, el granito no lo chupe.





En la cocina, además de las conexiones para el horno y la vitrocerámica, colocamos un sifón de superficie para lavavajillas. Las luces que decidimos colocar son downlight con dos bombillas (este modelo se usa en toda la casa). Para instalarlas se hace un círculo completo en el techo, con una broca del 10 en nuestro caso. En este agujero colocaremos la luz.



Los muebles los instaló el carpintero y sobre ellos colocamos las piezas de granito, incrustándolas en la pared, también revestidas en parte por este material.

Las piezas se solapan con silicona incolora que impermeabiliza la zona y evita que el agua corra por detrás de los muebles.

Por toda la casa se puso rodapiés y se sacaron tubos de la pared, en cada habitación, para la calefacción. Como las persianas llevarán motor, no tenemos que poner correa, pero sí interruptores. La puerta del garaje también está motorizada.



Los últimos detalles fueron la valla exterior, toda de hormigón de 15 cm. de grueso, y la barandilla de la terraza que, obligatoriamente, hubo que colocar porque el desnivel superaba los 60 cm.



A falta de la decoración, la casa es ya casi un hogar.

Algunos términos

Cemento cola: es un producto presentado normalmente en polvo que una vez amasado en agua se utiliza para adherir baldosas, azulejos, y otros elementos (Consumer).
Gresite: revestimiento utilizado por lo general en las bañeras o en las piscinas. El gresite es un elemento que brillará por su resistencia (Facilisimo.com).
Poliuretano líquido: resina sintética obtenida por condensación de poliéster y caracterizada por su baja densidad (RAE).
Sifón: canal cerrado o tubo que sirve para hacer pasar el agua por un punto inferior a sus dos extremos (RAE).
Xilamón fondo: producto con fondo e imprimación incolora, preventivo contra carcomas y hongos de pudrición (Viso).

Construir una casa paso por paso (II)

Con la cimentación y el forjado del sótano terminados, iniciamos la construcción de las dos plantas de la casa. Levantando las paredes y terminando toda la estructura con las ventanas y los balcones la fachada exterior estará terminada.

Planta baja y paredes
Para crear los pilares de hormigón las varillas verticales se recubren de un armazón del mismo material. La parte inferior es la zona que sufrirá más peso así que, para que no se abra el pilar, se colocan más estribos por metro que en la parte más alta. El zuncho perimetral del forjado de la planta baja atraviesa el pilar para que quede todo fijo al hormigonear.

Alrededor de todo el zuncho se coloca un tabiquillo simple de mahón hueco que marca la altura hasta la que llegará el hormigón. Antes de verterlo, mojamos las bovedillas para evitar que el hormigón se seque prematuramente al entrar en contacto con las piezas y, por el contrario, vaya fraguando poco a poco, que es lo correcto.



Con el forjado de la planta baja ya hormigonado, levantamos las paredes de la planta. En la parte superior de las ventanas ya está el cajón donde quedará el rollo de la persiana. La casa va adquiriendo forma. A los lados de las ventanas, al no tener por arriba apoyo para las vigas, hacemos pilares con geros sobre los que va a recaer el peso. Para iniciar la construcción del piso superior colocamos las semivigas que soportamos con puntales sobre tablones. Los puntales se alquilan por unidad y día, en este caso 300 metros durante dos meses.



Siguiendo los planos del arquitecto, montamos el forjado de hierro con doble mallazo de 15 x 15 cm. Y, con la aprobación del aparejador, iniciamos el hormigoneo. Para que quede todo liso, forramos las maderas con planchas de melanina. Con el fin de delimitar hasta donde llegará el hormigón, que echaremos con un cubilote, en esta ocasión pondremos tablones porque, al ser la base de madera, el mahón está descartado. El voladizo está hecho de melanina blanca y el hueco de la escalera lo delimitamos con tablones de madera en lo que se está convirtiendo en el suelo de la primera planta. A medida que la altura de la casa aumenta vamos elevando los pilares, pues tienen que acabar en el techo de la vivienda.



El hormigón lo extendemos con rastrillos, pero, cuando esté casi acabada la casa, haremos un cubrimiento con mortero para nivelar todo el piso y poder colocar las baldosas sin problemas. El voladizo se soporta con maderas y con ranas, piezas que puestas a cada lado de la pared ayudan a que todo quede bien agarrado. El hormigón debe estar apuntalado 27 días, que es el tiempo que necesita para fraguar completamente. Durante este tiempo prácticamente es imposible pasar por dentro de la vivienda porque está llena de puntales.



Con los voladizos acabados podemos terminar también el tejado, siguiendo el mismo procedimiento que para hacer la planta primera. Por dentro, en esta caso, hacemos tabiques conejeros.

La estructura de la casa está acabada, es el momento de los detalles más importante de la fachada. Los pilares del exterior los queremos lisos, así que nos ayudamos de un tubo de cartón plastificado por dentro (en la foto se aprecia uno). Lo colocamos por encima de la armadura de hierro, como si fuera un forro, para que el tubo haga de molde. Lo llenamos de hormigón y lo dejamos secar hasta el último día, cuando acabemos la obra, en el que quitaremos el cartón.

Para que las paredes agarren bien el mortero a la hora de enfoscar la parte baja, ponemos una pintura aislante y elástica. Lo que usamos es poliuretano líquido, que tiene una elasticidad del 700%. Tras una primera capa, ponemos encima una rejilla de fibra de vidrio sobre la que damos una nueva capa de la pintura. Cuando está seca, le damos la última capa sobre la que se tira arena de sílice que ayudará a que la superficie quede granulada facilitando el agarre del mortero, al que añadimos látex líquido para asegurarnos de que ocurra.



Para cerciorarnos de que el mortero no se caiga de las paredes, pusimos cemento cuando ya estaba seco, aumentando así la resistencia también a la humedad. Acabaremos por fin con la obra de la fachada al terminar el balcón. Para protegerlo de la humedad, lo cubrimos con tela asfáltica, ayudándonos de un soplete, que subiremos hasta la pared para que no entre el agua. Sobre la tela damos tres capas de caucho, poniendo entre la primera y la segunda fibra de vidrio a modo de lona para evitar las grietas. Bajo la tela asfáltica primero se coloca un aislante térmico. Para conseguir que la distancia entre las baldosas del exterior de las terrazas sea la misma, se utilizan unas crucetas, en este caso de 10 mm. de separación.

La acera de la casa es el último detalle del exterior. Para que adquiera la altura deseada, utilizamos una mezcla de hormigón y escombros y, por encima, el mallazo. Las baldosas serán lo último que coloquemos, después de nivelar el suelo con mortero una vez que el interior esté acabado. Como aún queda trabajo dentro de la casa, no nos arriesgamos a romper alguna.





Algunos términos:

Enfoscar: revestir con mortero un muro (RAE).
Fibra de vidrio: es un material obtenido al hacer fluir vidrio fundido a través de una pieza de agujeros muy finos (espinerette). Al solidificarse tiene suficiente flexibilidad para ser usado como fibra. Es un buen aislamiento térmico, inerte ante ácidos y soporta altas temperaturas (Wikipedia).
Fraguar: dicho de la cal, del yeso o de otras masas. Trabar y endurecerse consistentemente en la obra fabricada con ellos (RAE).
Mortero: conglomerado o masa constituida por arena, conglomerante y agua, que puede contener además algún aditivo (RAE).
Poliuretano: resina sintética obtenida por condensación de poliéster y caracterizada por su baja densidad (RAE).
Puntal: es una pieza cilíndrica alargada, de dimensión y material variables, cuya parte inferior está arraigada a una estructura firme, que no se moverá (Wikipedia).
Tabique conejero: tabique que se construye apoyando los ladrillos parcialmente sobre los inferiores, solamente por sus extremos, por lo que permite dejar huecos abiertos regularmente repartidos (Soloarquitectura).
Tela asfáltica: material recubierto de asfalto que se usa como impermeabilizante (RAE).
Voladizo: saliente macizo de las paredes o edificios (RAE).

Construir una casa paso por paso (I)

No hay que tener la carrera de ingeniero ni ser albañil de profesión para poder construirte tu propia casa. Con tiempo, ganas y un poco de ayuda puedes ponerte manos a la obra. En el caso de Wladimir Martín bastó con contratar, por algunos periodos, a un obrero o a un peón y los servicios de un estudio de arquitectura que le diseñó los planos de la casa. Esto le fue suficiente para poder terminar la obra.

La planta baja o sótano
El primer paso, una vez que contemos con el terreno, los planos y las licencias de obra es la excavación de la cimentación, ayudándonos de una retroexcavadora y un dumper, que puedes alquilar por días. El terreno de la fotografía tiene pendiente por lo que la cimentación está hecha en escalones para salvar esta irregularidad del terreno. En este caso, la tierra se fue depositando en la parte alta de la parcela que más tarde convertiremos en huerto. La profundidad mínima de la cimentación fue de 60 cm.

Cuando acabamos con la excavación, ponemos el hormigón de limpieza, unos 10 cm. de grosor. Éste consigue que la superficie en la que se pondrá el forjado de hierro esté limpia facilitando el trabajo. Luego hay que poner varillas de rea y los estribos, mejor si ya están doblados. Éstos se colocan perpendiculares a las varillas (se pueden observar en la fotografía), manteniéndolas unidas y evitando que la cimentación se raje.

El forjado del suelo se levantó con unos separadores de hormigón, de 10 cm., que alejan el hierro del fondo para que a la hora de hormigonear quede envuelto el hierro, una vez que el aparejador haya aprobado la obra. En esta casa se usó un argamasa blanda de 250 Kg. por cm2 mezclado con grava de 20 mm.



Acabados los cimientos, se puede empezar a levantar el muro que sostendrá el forjado sanitario de la planta baja de la casa. La pared tiene 30 cm. de ancho y a partir de ella se hizo el sótano, pues al contar el terreno con una pequeña inclinación, no se podía trabajar directamente sobre el cimiento. En las paredes se practicaron unos agujeros en los que se introdujeron tubos de PVC (se puede observar en la fotografía) que airearán la zona cuando esté cubierto por el forjado. Para crear la escalera, del fondo de la cimentación sacamos unas varillas conocidas como "arranque de la escalera", del que partirá el hierro que forme la estructura.

Una vez puestas las varillas de los pilares, colocamos las vigas. Éstas han de ser encargadas con anterioridad con la medida deseada, así nos las sirven cortadas y preparadas para usar. Entre las vigas se colocan las bovedillas, en nuestro caso de hormigón, pues el peso no era un inconveniente y resultan más económicas. Serán huecas, pero están cerradas en los extremos. En el mercado las encuentras ya así, para que el hormigón no se cuele en la planta baja a la hora de hormigonear.



En este momento es en el que se crea el perímetro de la casa con zunchos de varillas sobre las vigas. Los desagües se unen por debajo de la planta y se instalan los tubos (en rojo en la fotografía) por los que circula la corriente eléctrica y el teléfono. Las esquinas del perímetro están solapadas con “L” del mismo material. Las vigas llegan hasta el zuncho para que queden bien sujetas pero entre las bovedillas y el perímetro hay un mahón.

Sobre las vigas, saliendo del perímetro, se colocan los negativos, varillas que impedirán que cedan en el momento de darles carga, y un mallazgo que cubre toda la superficie.

Algunos términos

Bovedilla: bóveda pequeña que se forja entre viga y viga del techo de una habitación, para cubrir el espacio comprendido entre ellas. Antiguamente se hacían de yeso; hoy se hacen de ladrillo u hormigón (RAE).
Cimentación: el elemento intermedio que permite transmitir las cargas que soporta una estructura al suelo subyacente, de modo que no rebase la capacidad portante del suelo y que las deformaciones producidas por éste sean admisibles para la estructura (Ingenieríarural.com).
Dumper: la denominación de dumper comprende una determinada gama de vehículos destinados al transporte de materiales ligeros, cuya característica principal consiste en una caja, tolva o volquete basculante para su descarga (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales).


Estribo: macizo de fábrica que sirve para sostener una bóveda y contrarrestar su empuje (RAE).
Forjado: relleno con que se hacen las separaciones de los pisos de un edificio (RAE).
Pilar: especie de pilastra, sin proporción fija entre su grueso y altura, que se pone aislada en los edificios, o sirve para sostener otra fábrica o armazón cualquiera (RAE).
Viga: hierro de doble “T” destinado en la construcción moderna para formar los techos en los edificios y sostener y asegurar las fábricas (RAE).
Zuncho: refuerzo metálico, generalmente de acero, para juntar y atar elementos constructivos de un edificio (RAE).

Soluciones para combatir la humedad

El agua es una fuente de vida y debe ser bien recibida, pero en ocasiones nos puede resultar molesta, sobre todo, si produce goteras u otros desperfectos en los interiores o fachadas de nuestras casas. Si nos encontramos ante esta situación, debemos mostrarnos atentos para descubrir de dónde viene la humedad y acabar con ella lo antes posible. El tiempo corre en tu contra: si la mancha se extiende mucho acabará goteando y el problema se hará más difícil de solucionar. Te damos unas pautas básicas para que esto no suceda.

Filtraciones por paredes, techos y fachadas

Son varias las causas que pueden provocar la humedad. Debes estar atento al aspecto que muestran las manchas para descubrir de dónde pueden venir. Las más comunes son:

Grietas en la fachada

revisa bien esta parte de la casa y busca las fisuras que puedan estar filtrando el agua de lluvia al interior, provocando la aparición de desagradables manchas de humedad en las paredes. La solución es vaciar las grietas y rellenarlas con un mortero y un producto especial para impermeabilizaciones. Para ello, prepara la mezcla de arena y cemento, diluye el impermealizante en agua y échalo sobre el mortero seco, amasando después la mezcla.

Juntas defectuosas

búscalas entre la chimenea y la cubierta, o entre el tejado y las paredes sobre las que descansa, en las bajantes de agua y canalones... etc. La mejor forma de solucionarlas es sellando las juntas con productos específicos y persistentes. No será suficiente con cualquier silicona ni tapagrietas. Para uniones grandes, lo mejor son las bandas bituminosas, para las más estrechas con un sellador especial será suficiente. Colocar las bandas es muy sencillo, bastará con cortar a la medida del desperfecto, retirar el plástico autoadhesivo y presionar sobre la grieta.

tienen goteras

Uniones sanitarias sin sellar: si tu vecino de abajo tienen goteras, o éstas aparecen en tu propio salón y hay algún baño próximo a la estancia, revisa la unión entre los azulejos y el perímetro de tu plato de ducha o bañera, puede que haya zonas sin silicona. Si es así, debes sellarlas lo antes posible. El agua que cae del grifo se puede estar filtrando por las rendijas formando bolsas bajo el sanitario que acabarán saliendo por el lugar menos oportuno. También puede deberse a que la unión entre el desagüe de la bañera y la tubería bajante no esté bien sellada. Debes asegurarte de qué es exactamente lo que sucede antes de intervenir. Una vez localizado el problema, retira los trozos que puedan quedar de masilla seca y sella la unión con una masilla elástica para juntas sanitarias a base de silicona ácida con fungicida para evitar la aparición del moho. Son muy resistentes y durarán en buen estado durante años

Tejas en mal estado

las inclemencias meteorológicas hacen que el tejado sufra desperfectos. Para evitar un mal mayor, revisa la cubierta y localiza las tejas rotas o movidas que puedan hacer que se filtre el agua. Después sustitúyelas por unas nuevas. Sería bueno que tuviesen guías laterales dobles en ambos lados para un ensamblaje perfecto entre unas y otras.

Canalones obstruidos:

normalmente esto está causado por hojas o pequeñas piedras que se instalan en las salidas del agua. Cuando llueve, el agua no puede discurrir por ellos y rebasa el canal. Si la fachada tiene alguna ranura o fisura puede hacer que el agua pase al interior de la casa. Lo mejor es acoplar unas gárgolas o aumentar el diámetro de las cañerías encargadas de evacuar el agua. Limpia periódicamente el fondo del canalón.

Tuberías interiores rotas

si la mancha aparece en una pared, comprueba si trascurre alguna tubería por esa zona o si hay algún grifo en el lado opuesto de la pared. Si es así, posiblemente se haya agrietado y la fisura deja escapar el agua. Ante esta situación, no queda más remedio que hacer un agujero en la pared para acceder hasta la tubería dañada. Para repararla no es necesario sustituirla, hay productos que sellan, rellenan, reconstruyen y reparan los poros, las fisuras e, incluso, agujeros en la tubería sin necesidad de soldar.

Cámaras de aire punteadas: en el caso de que esto ocurra, el agua puede pasar al interior de la vivienda. Lo mejor es localizar el objeto o la fisura que actúa de puente para que pase el agua entre las dos paredes que forman la cámara y repáralo antes de que se formen bolsas.

Placas ligeras para duplicar espacios

Encontrar un piso que se adapte a tus necesidades no es sencillo. Si has conseguido uno, cuyo precio se adapte a tus posibilidades, quizás la distribución no sea lo que esperabas. Eso tiene fácil solución con la utilización de placas ligeras. Éstas te ofrecen la posibilidad de adaptar los espacios sin tener que realizar importantes obras, ya que van atornilladas sobre un esqueleto metálico que a su vez irá fijado con tacos y tornillos a paredes, suelos o techos. Puedes encontrarlas en cualquier centro de bricolaje o tiendas especializadas e instalarlas tú mismo.

aislante acústico

Cómo son y qué usos podemos darles
Este sistema está compuesto por tableros de yeso ligados a dos láminas de celulosa multihoja. Podemos encontrar distintas modalidades: básico, resistente a la humedad o el fuego, con aislante acústico, especial para cuartos de baño... aunque todas siguen una misma técnica de trabajo: rieles que encajan formando estructuras metálicas y que permiten levantar tabiques, trasdosar una pared para aislarla o taparla, instalar falsos techos...

Los usos más comunes que se le puede dar son:

Tabique interior de distribución

sobre una estructura de acero se atornillan, a cada lado, los paneles. Cables y tuberías recorren el interior del tabique, incorporándose durante el montaje de la pared, sin tener que hacer rozas. En medio puede ir un aislante.

Tabique exterior de separación

se utiliza para separar una vivienda de la de al lado, o las zonas comunes de los edificios. Llevan una o dos estructuras de acero sobre las que se atornillan dos o más paneles, o bien un centro de ladrillo y a cada lado un panel.

Pared trasdosada

Si es un trasdosado directo, el panel de yeso laminado, con o sin aislante incorporado, va directamente pegado al muro y al panel. Las paredes se ensanchan para mejorar el aislamiento con el exterior

Falsos techos:

aislamiento con el exterior.
Falsos techos: los suspendidos se sujetan con una estructura metálica que va colgada de unas fijaciones especiales al forjado del edificio. Para los techos se usan paneles y perfiles distintos a los empleados para levantar paredes.

ladrillos de yesería

Los materiales para realizar estas pequeñas obras dependerán de las necesidades de cada uno. Una de las técnicas más usadas es la que emplea ladrillos de yesería. No siempre es válida, porque los materiales pueden suponer una sobrecarga que causará problemas en el suelo. Asimismo, se debe tener en cuenta, que su puesta en pie no incluye un aislamiento acústico o térmico por sí mismo. Si se trabaja con ladrillo, para aislar es necesario levantar una segunda pared menos gruesa en medio de una y otra, o utilizar aislante. Esto resulta muy eficaz y duradero, aunque roba mucho espacio a la habitación y multiplica el trabajo, así que si eres un aficionado que no dispone de mucho tiempo quizás no sea la mejor opción.

Levantar una pared con puerta incorporada

Si te has decidido por dividir una estancia grande en dos será bueno que dispongas de una puerta que comunique ambas, a la vez que las mantiene independientes. Para comenzar debes marcar un doble trazado en el suelo y en el techo, y así concretar el grosor del tabique. Después habrá que perforar con la taladradora los agujeros para sujetar los canales con tacos y tornillos. Una vez colocados, se instalan los montantes dentro de los canales, respetando una distancia entre ellos de 60 cm.

Para la puerta, se recorta el canal dejando unos 10 cm. de más a cada lado. Debes levantar ese sobrante para preparar el montaje del marco. Una vez hecho, con un hilo de plomo o una regla metálica y un nivel, traslada al techo el lugar exacto donde debe fijarse el canal superior.

Para el dintel, practica unos cortes muy limpios en forma de cuña en ambos extremos del perfil para que el dintel no roce al unirlos. Luego se dobla por el corte hasta un ángulo de 90º hacia arriba o hacia abajo según se atornillan o encajan al dintel.

En el lugar de la puerta, asegúrate de que el sobrante doblado al que se va a fijar la base de los montantes para el marco están en escuadra. Haz la fijación con tornillos o remaches. Por encima del marco realiza el cuadro de imposta con el perfil horizontal rebajado en cuña en las extremidades y atorníllalo a los montantes.

Atornillar canales, montantes y planchas

Traza dos líneas paralelas en el suelo que marquen el grosor del tabique. Para atornillar el canal, haz las perforaciones con una distancia de 60 cm. entre ellas. Corta los montantes a la altura que mide la distancia entre los canales superior e inferior, restándole 5 mm. Conduce en su interior el cableado eléctrico. Encájalos con una ligera torsión.

Sigue colocando los montantes, respetando una distancia de 60 cm. entre ellos. Toma nota de que los primeros y los últimos tienen que estar pegados a la pared de apoyo, antes de atornillarlos. Recorta los paneles a la altura deseada, restándoles 10 mm. Atornilla primero una capa completa del tabique, antes de introducir el aislante.

paneles aislantes

Fija los paneles con tornillos, alejados 30 cm. como máximo y colócalos a 1 cm. por lo menos de los filos para que no sean demasiado débiles. Cuidado con introducir demasiado las puntas en el cartón. Recubre la otra cara, insertando previamente los paneles aislantes

pasta de juntas

La unión entre las planchas se remata con pasta de juntas. Sujeta constantemente la espátula con el mismo ángulo para obtener un relleno uniforme. Recubre también la cabeza de todos los tornillos.

La cinta de las juntas se pega sobre la pasta, planchándola con una espátula de arriba abajo. Se da una segunda capa sobre la cinta, pero un poco más ancha que la anterior, y se aíslan los bordes.

En las esquinas, unta los lados del ángulo y presiona sobre la cinta con la espátula antes de enlucir. Deja que endurezca y realiza la pasada definitiva. Una vez seco, si quedan salientes, líjalos.

espacio para tu hogar

Procura quitar el polvo de la superficie una vez secas las uniones. La pared queda lista para revestirla con pintura, papel o azulejos. Es importante dar previamente una mano de imprimación.

Ya has conseguido crear un nuevo espacio para tu hogar. Puedes hacerlo en cuantas estancias quieras, para que de esta forma sea la casa la que se adapte a tus necesidades y no a la inversa.

Tabiques translúcidos

Cristal de pavés: ladrillos de vidrio llenos de luz

Nuestra casa necesita luminosidad y el pavés nos la puede dar. Tabiques translúcidos, suelos y techos de cristal, pequeños muros de vidrio y de colores que decoran y separan una estancia de otra, ventanas, tragaluces, etc. Luz, color, seguridad, protección y resistencia son sus cualidades más características. ¿Imaginas las ventajas que el pavés puede reportar a tu hogar? Pues toma nota porque en este reportaje te descubrimos uno de los materiales más prácticos que pueden formar parte de tu vivenda.

cristal muy resistente

Características
Es un bloque de cristal muy resistente. Su finalidad es aportar luz al hogar, decorarlo y dividir habitaciones. Se utiliza mucho en zonas donde la casa pierde luminosidad (el sótano o el tiro de la escalera). Posee una cámara de aire en su interior que lo convierte en un aislante térmico y acústico; y presenta una fuerte resistencia a las altas temperaturas y a las inclemencias atmosféricas

bloques arqueados

Tienen un amplio catálogo de modelos que pasan por diferentes formas y tamaños, hasta una gama de colores muy diversa. El cuadrado de 20x20 cm. es el más usual del mercado, aunque no tendrás problemas en encontrar bloques arqueados o de dimensiones más grandes: ventanas, tejas de vidrio, baldosas, etc. Además, preserva la intimidad de tu casa porque el cristal es translúcido, pero muy grueso; esto impide que se pueda ver correctamente.

Cómo levantamos una pared de pavés

Ideas claras: es fundamental que tengas decidido cuál es el trabajo que quieres sacar adelante antes de ponerte manos a la obra. Si pretendes levantar una pared con el fin de que decore tu casa, te recomendamos que previamente hagas el diseño sobre un papel y te asegures de que has escogido el más apropiado y realmente te convence. Sobre todo si has decidido combinar distintos bloques de colores.

Materiales y Accesorios

Guía.
Metro.
Varillas de hierro.
Taladro.
Espátula o paleta.
Cemento y mortero.
Esponja y trapo.
Agua y jabón.

montar tabiques curvos

Los accesorios nos facilitarán y agilizarán el trabajo; además, nos permitirán incluir piezas móviles en nuestra obra. Los practicables y las ventanillas de aluminio, por ejemplo, permiten mover los cristales de pavés y airear la estancia; y el separador universal reduce el tiempo de instalación con mortero y permite montar tabiques curvos. Los hay en forma de cruz y de 'T'.

La estabilidad es lo primero: tomarás bien las medidas y te asegurarás de que la disposición de los ladrillos es la correcta; tanto vertical como horizontal. Para ello, te ayudarás de la guía; de esta manera evitarás distribuirlos donde no corresponde.

Paso a paso, sin prisas: el pavés se dispondrá en filas horizontales. Primero la base y, a partir de aquí, levantaremos el resto del muro, capa a capa. No podrás volver a poner un bloque sobre otro hasta que la hilera anterior no se haya secado correctamente y sea lo suficientemente estable como para soportar el peso de otro ladrillo sin peligro de que se venza y caiga.

espaciadores de plástico

Equilibrio y refuerzo: utilizaremos los espaciadores de plástico para separar los cristales y mantenerlos a la misma distancia; lo normal suele ser de 1 cm. Para reforzar la estabilidad del tabique, adheriremos a las juntas verticales y horizontales, con el taladro, unas varillas de hierro que previamente han sido tratadas con un antioxidante. Las varillas no tocarán el vidrio.

utilizar un tapajuntas

Acabado: limpiaremos los restos que hayan quedado con la ayuda de la espátula. Esto lo haremos una vez que los excedentes estén secos, pero que no se hayan endurecido completamente; de lo contrario, nos costaría eliminarlos. Sellaremos las juntas con cemento, cemento blanco o tintado. No es aconsejable que utilices argamasas con base de cuarzo o que contenga granos de arena gruesos porque podría rayar el pavés. Antes de utilizar un tapajuntas, lo mejor será que hagas una prueba previa para comprobar si es el más idóneo para los ladrillos. Volveremos a limpiar los bloques con un trapo húmedo y jabón y nuestro trabajo habrá finalizado.

Cubre grietas paredes

Nuestra casa se deteriora y aparecen grietas. Los motivos por los que pueden aparecer son muy diversos; el paso del tiempo, un mal mantenimiento, un uso inapropiado, etc. En ocasiones es inevitable que salgan; una mala edificación resiente la estabilidad de las paredes, o su propia ubicación es causa de su deterioro; los muros exteriores, por ejemplo, sufren más los golpes y la humedad. En el mercado existen muchos productos que nos ayudan a reparar estas pequeñas fisuras. Conoce los trucos y los materiales necesarios para restaurar tú mismo las paredes de tu hogar.

reparar las grietas

Antes de reparar las grietas tenemos que tener en cuenta la superficie sobre la que se han producido, la profundidad de la fisura y dónde se localiza la pared. De estos factores, dependerá el material que utilicemos y el tratamiento que llevemos a cabo en la reparación.

Superficie: hormigón, ladrillo, yeso, madera, piedra, cemento, paredes porosas, impermeables, etc.
Localización: techo, suelo, pared, interior o exterior.
Grietas: profundidad y tamaño.

masilla tapagrietas

Un producto para cada problema
Para grietas pequeñas: utilizaremos una masilla tapagrietas preparada para aplicarse directamente en la hendidura. Muchos de los productos que se comercializan se secan rápido y esto te permite reparar las imperfecciones que quedan tras la restauración en poco tiempo. También puedes hacer tú mismo la masa con cemento blanco y agua. Antes de adherirla, cerciórate de que la mezcla ha tomado cuerpo y no tiene grumos.

utilizar bandas tapagrietas

Para grietas grandes: podemos aplicar de nuevo una masilla universal; en este caso, la que compremos estará preparada para cubrir y rellenar grietas y agujeros de más de 10 cm. de profundidad. Otra opción es utilizar bandas tapagrietas. Son más sencillas de aplicar aunque su precio es más caro. Las encontrarás de dos tipos: autoadhesivas o aquellas que necesitan de una mezcla de yeso que servirá como aglutinante.

masillas especiales

Según el material: si es madera la superficie que tenemos que reparar, existen masillas especiales en diversos tonos. Si el agujero es muy grande, lo mejor será reponer la pieza o bien utilizar un trozo de la mismas dimensiones con el que hacer un parche. Para el cemento y el ladrillo utilizaremos los materiales originales, reparadores de resina e incluso incluiremos productos anticorrosión si queda algún objeto metálico al aire. La masilla universal y las bandas son las más apropiadas para la escayola y el yeso, ya que la mayoría de estas mezclas son blancas.

pintar o revestir tras la restauración

Si vamos a pintar o revestir tras la restauración: es importante tener este aspecto en cuenta porque de esto variarán los materiales que utilicemos y determinará el coste de la reparación. Si el ladrillo va a quedar al descubierto, tan sólo necesitaremos hacer una mezcla de barro con que cubrir el hueco. Pero si pensamos pintar o empapelar la pared después, tendremos que usar unos reparadores especiales y, por supuesto, lijar y limpiar muy bien la zona para que tanto la pintura como el papel se adhieran perfectamente.

reparar las grietas

El proceso es muy sencillo. Ya sea con la masilla como con las bandas, reparar las grietas no te traerá mucho trabajo. Conviene que tengas en cuenta las dimensiones de la fisura, si es muy grande y profunda, o el hecho de que reaparezcan periódicamente. En estos casos, lo más aconsejable es que acudas a un especilista, ya que él sabrá repararla correctamente y conocerá las causas del resquebrajamiento. Existen zonas más propensas de que surjan esta grietas porque sufren constantes movimientos o vibraciones; las que están cerca de una puerta, por ejemplo.

Aplicar la masilla

Aplicamos la masilla: Una vez hayas tenido todos los factores anteriores en cuenta y escojas el producto que mejor se adecua a tu problema, hazte con los herramientas que vas a necesitar para la restauración: espátula y lija. Puedes utilizar dos espátulas; una para contener la masilla, como bandeja, y otra con la que tapar la hendidura; procura que sus dimensiones sean mayores que las del agujero, que estén limpias y secas.

Los pasos que debemos seguir: limpia la zona donde vas a trabajar. Déjala libre de grasa y de restos que puedan dificultar la adhesión del tapagrietas. Agranda la hendidura y moldéala en forma de 'v' para que te resulte más sencillo insertarlo en el hueco. Introduce con la espátula la masa poco a poco para que vaya ocupando todo el interior, sin dejar pequeñas cámaras de aire, y presiónala bien para que coja cuerpo y quede compacta. Procura que no se seque, así que remuévela mientras trabajas y, si es necesario, humedécela un poco.

Déjala secar. Si tuvieras que aplicarle dos capas (por sus dimensiones o profundidad), tendrás que esperar a que la primera mano se seque bien y luego añadir la siguiente. Cuando se haya secado todo, nos ayudaremos de la lija para quitar los restos. Dejaremos la zona bien pulida e intentaremos que la restauración pase totalmente desapercibida. Si somos cuidadosos, no nos costará mucho trabajo. Además, como hemos dicho antes, es importante que la superficie no presente irregularidades si pretendemos pintarla o empapelarla

tapagrietas

Banda tapagrietas: son muy sencillas de colocar. Toma la medida de la fisura y trasládala a la banda. Si es autoadhesiva no tendrás más que quitarla la cobertura que protege el pegamento y cubrir con ella la hendidura. Hay otras que vienen en forma de gasa. El empaste para adherirla a lo pared la haremos nosotros mismos utilizando un poco de yeso. Por lo demás, el procedimiento es el mismo.

lunes, 11 de febrero de 2008

Cómo instalar una caja fuerte


Si en nuestra vivienda disponemos de objetos de valor o dinero en metálico, no está de más instalar una caja fuerte que proteja nuestros enseres más valiosos. Antes de ponernos manos a la obra, tendremos que decidir cuál es la caja que más se adecua a nuestras necesidades. En este reportaje te explicamos cuáles son los modelos más utilizados y para qué sirven. Además, si te has decidido por la versión empotrada, te explicamos paso a paso cómo proceder para concluir una correcta instalación.

Herramientas y materiales

La maza y el cincel.
El flexómetro.
El taladro-percutor.
El aislante de aluminio o plástico.
Las brocas.
El nivel de burbujas.
La llana.
La gaveta.
Los ladrillos.
La paleta.
Tipos de caja fuerte
Las cajas de empotrar: como ya indica su propio nombre, éstas van empotradas en un muro que sea macizo o incluso en el suelo. Lo normal es esconderlas detrás de un cuadro, una falsa pared... y si la ocultamos en el suelo, que quede tapada por un falso suelo y encima una alfombra, una mesa o cualquier otro mueble.

Las cajas de sobreponer: se ven en su totalidad ya que simplemente son atornilladas sobre una superficie. Son las típicas que nos podemos encontrar en el interior de un armario de la habitación de un hotel.

Los cajetines de caudales: son las más pequeñas y menos seguras. Son de chapa, con un asa para transportarlas y una cerradura de llave de sierra.

Cajas con combinación mecánica: éste es el sistema más clásico de cajas fuertes y funcionan con una combinación numérica que seleccionaremos girando la ruedecilla; posteriormente abriremos los pasadores con la llave.

Cajas con combinación electrónica: este tipo de cierre nos permite elegir un código de apertura de entre unos 10.000 +/- millones de posibles combinaciones, dependiendo de si es una combinación de 4 a 10 cifras, con lo cual, un ladrón lo tendrá muy difícil para abrirla.

Escoger dónde colocarla
Antes de elegir la caja fuerte, debemos saber en qué lugar de nuestra vivienda o local la podremos colocar. Hemos de averiguar qué paredes son macizas y dónde tenemos pilares.

Empotrarla en un muro: el sitio más común es en una pared maestra como las perimetrales ya que son las más fuertes y profundas para que se pueda albergar la caja en su interior (mínimo 10 cm. superior a la profundidad del receptáculo).
Empotrarla en un pilar: otra opción es fijarla en el recubrimiento de un pilar y, en el caso que nos encontremos con el pilar de hierro, podremos soldar la caja a ella con unas pletinas de hierro para impedir su sustracción.
Empotrar la caja
Primero, tomaremos las medidas del frontal de la caja, añadiéndole 5 cm. en cada lateral, 10 cm. en la base y 15 cm. en la parte superior y las traspasaremos a la pared con un nivel de burbujas. Cuando tenemos decidido el lugar donde queremos colocarla, comprobaremos que la profundidad de la pared sea la apropiada para la caja. Para ello haremos un taladro en la pared con una broca de widia de una largada superior a la profundidad de la caja.

Con una maza y un cincel iremos siguiendo las marcas de lápiz y abriendo el agujero de la pared. Como ayuda podemos ir haciendo perforaciones con el taladro para ir rompiendo y debilitando la pared. Cuando tengamos abierto el hueco, hemos de hacer una buena base donde se apoyará la caja. Para ello utilizaremos unos ladrillos tipo rasillón de unas medidas de 40 x 20 cm. aproximadamente, que también colocaremos en las paredes.

Con las medidas justas del agujero iremos cortando y adaptando los ladrillos. Lo haremos dando unos golpes secos sobre la línea marcada con la paleta de canto. Cuando ya estén cortados a la justa medida, los iremos pegando con yeso. Empezaremos por el suelo y continuaremos con las paredes.

Dejaremos secar el yeso y colocaremos un plástico o un aislante de aluminio en el interior del agujero y que sobresalga por el frontal con el fin de proteger la caja de los productos que utilizaremos durante su fijación. A continuación, insertaremos la caja en el agujero con unas cuñas en su base y colocaremos el nivel de burbujas en su parte superior. Iremos ajustando las cuñas hasta que la caja nos quede totalmente plana y totalmente enrasada con la pared.

Fijar la caja y acabado final
En una cubeta pastaremos el hormigón: las proporciones son una parte de cemento, tres de arena de río y seis de grava, que mezclaremos a medida que vamos añadiendo agua poco a poco. Iremos echando la pasta por el hueco que tengamos alrededor de la caja, empezando por la parte superior y desplazándolo por los laterales. Con la ayuda de un listón iremos empujando y compactando el hormigón hacia el fondo.

Para más seguridad, podemos colocar unas varillas de acero de unos 10 ó 12 mm. de diámetro antes de aplicar el hormigón. Para que queden bien fijadas, haremos unos orificios en los ladrillos laterales donde alojaremos los extremos de las varillas.

Al cabo de 48 horas el hormigón ya estará completamente seco y endurecido, entonces pastaremos yeso negro y lo aplicaremos con una llana por todo el perímetro de la caja. Cuando éste se haya secado procederemos de la misma manera, pero con yeso blanco. Una vez seco, podremos pintar la pared del color deseado y, si queremos, tapar la caja con algún mueble decorativo.

Construye tu propia ducha "radiante"

Si crees que estás preparado para enfrentarte a cualquier trabajo de albañilería, te proponemos un reto: construye tu propia ducha de obra y convierte tu baño en el orgullo de la casa. Siguiendo nuestros consejos y una seria de instrucciones, lograrás levantar una ducha con los materiales y sistemas más modernos. Obtendrás grandes resultados, innovadores, originales y de calidad.

Para nuestro fin, contaremos con la ayuda de Termogres, que nos guiará en la construcción de una ducha de obra radiante con un innovador sistema de impermeabilización: Platospacio. Este nuevo concepto de ducha que nos llega desde Reino Unido nos ofrece una estancia más agradable, cómoda e higiénica, ya que al secarse rápidamente, se evitarán las humedades y los posibles olores derivados del sudor, champú, etc. Supone también un avance en seguridad pues evitarás posibles caídas y resbalones.

Materiales

Cinta impermeabilizante

Para la impermeabilización perimetral utilizaremos DIBA, una cinta que se aplica con cemento cola. Los azulejos podrán colocarse sin esperar a que ésta seque. Esta cinta es una eficiente barrera para el agua, resistente al vapor y, por tanto, ideal para saunas. Está compuesta por fuertes fibras que son resistentes al moho, productos químicos e incluso a la desestabilización de los rayos UV.

Plato de ducha

Opta por aquellos construidos con poliestireno hidrófugo de alta densidad. Sus caídas diagonales (1,8%) se pueden agrandar y recortar. Los colocaremos con cemento cola o mortero. Con sólo impermeabilizar su junta perimetral, ya está listo para alicatar.

Desagüe

Contiene un bote sinfónico. Se enrosca de manera totalmente estanca al collarín que viene preconstruido en el plato

Nos ponemos manos a la obra

Platospacio se instala directamente en el suelo con mortero o con cemento cola. Su bote sifónico (de gran capacidad de evacuación) es, además, desmontable sin herramientas, de manera que su limpieza a largo plazo nos resultará muy sencilla.

Podemos extender el plato tanto como queramos, es muy sencillo con el panel hidrófugo Dukkaboard.

Luego montamos las paredes de la ducha, en este caso, con paneles curvos Dukkaboard.

Una vez montada la estructura pasamos a darle estaqueidad mediante la cinta impermeabilizante.

Cuando esté impermeabilizado, instalaremos Thermonet. Éste es un ejemplo de suelo radiante eléctrico para una ducha de obra, con dos aislamientos de teflón y, entre ellos, un mallazo de acero con toma a tierra continua (totalmente seguro incluso bajo el agua).

Después procedemos al solado, preferentemente utilizaremos mármol envejecido en 10 x 10. En este caso se trata de travertino Olivillo, tanto por sus cualidades estéticas como antideslizantes.

Finalmente, revestiremos la ducha. En el caso de paredes curvas como ésta, utilizaremos mosaicos enmallados.

Y aquí tenemos nuestra ducha radiante.

Cómo alicatar suelos

Una de las tareas fundamentales en albañilería es el alicatado. Aunque es frecuente recurrir a los servicios de un profesional para poner azulejos en cocinas o cuartos de baño, los más osados pueden ahorrarse sus honorarios si se animan a ponerse ellos mismos manos a la obra. Para este trabajo necesitarás unas herramientas muy específicas y seguir los pasos detenidamente. Sin duda, se trata de un reto complicado, pero a la vez enriquecedor y gratificante para los amantes del bricolaje.

Herramientas necesarias

El cortador de baldosas.
Las tenazas 'Boca de loro'.
El nivel de burbujas y regla.
La plomada y cordel.
El mazo de goma.
La llana dentada y la paleta de albañil.
La llana de goma.
La amoladora.
Tubo de silicona y pistola aplicadora.
Las protecciones.
Preparación del suelo
Primero hemos de verter el mortero. El suelo debe ser una superficie lisa, seca, sin polvo y totalmente sólida. Empezaremos con una capa de escombros y grava (15 cm.), a continuación, echaremos el hormigón y, finalmente, una capa de mortero de unos 2 cm.

Las baldosas también las podemos colocar sobre un pavimento viejo (adaptando si es necesario la altura de las puertas). Empezaremos quitando la moqueta y las baldosas de linóleo o vinilo. Utilizaremos un producto con el disolvente apropiado para eliminar la cola vieja y rascaremos bien los restos hasta que quede totalmente limpio y liso.

La superficie ha de ser totalmente lisa y regular. Para alisarla, debemos eliminar las pequeñas diferencias de nivel tapando los agujeros y suprimiendo los filos con el martillo y el cincel. Para ello utilizaremos un mortero autoalisante, pero teniendo en cuenta que la altura del suelo nos incrementará 1 mm.

Por su parte, un suelo de parqué o entablado de madera es un perfecto soporte para alicatar sobre él. La única condición es que el mortero nivelante no lo podremos aplicar directamente ya que la adherencia de la madera es muy reducida y hay riesgos de deformación. Debemos empezar sacando los clavos que sobresalgan o hundiéndolos totalmente en la madera y tapando los agujeros. Procederemos a su limpieza y desengrase con tricloroetileno.

Si tiene humedad el suelo y queremos saber las causas, colocaremos una hoja de plástico encima del mismo. Si nos aparece vaho sobre el plástico quiere decir que hay condensación. Si, por el contrario, nos aparece en la parte inferior del plástico, quiere decir que el suelo no es totalmente impermeable y se producen subidas de humedad. En éste caso lo cubriremos con una hoja de polietileno.

Colocación de las baldosas
Por cuestiones estéticas, la fila de baldosas que vemos cuando abrimos la puerta debe estar entera. Para ello trazaremos el eje: una línea perpendicular a la pared de la puerta sobre la que colocaremos las baldosas. Dejaremos una anchura de juntas de 5 mm. para las baldosas de 10 x 10 cm, 7 mm. para las de 15 x 15 cm y hasta 20 mm. para las de 30 x 30 cm.

A partir de esta línea dibujaremos otra perpendicular. Si una de las paredes es paralela a esta línea, empezaremos desde el ángulo formado. En el caso que las paredes no sean paralelas, trazaremos un segundo eje en medio de la habitación y encima de una junta. Ésa será la línea por donde empezaremos. Si la estancia mide más de 12 m², preveeremos una junta de dilatación alrededor de la habitación de 5 mm.

Una vez vertido todo el mortero sobre la superficie a embaldosar, lo dejaremos lo más plano posible con la regla metálica y colocaremos las baldosas antes de que se seque. Un buen truco para que las baldosas queden fuertemente pegadas es esparcir un poco de cemento en polvo sobre el mortero cuando está húmedo, justo antes de poner las baldosas.

Otra opción es pegar las baldosas, pero sólo si el suelo está completamente plano. Procederemos extendiendo la cola con una espátula dentada e iremos pegando las baldosas por superficies de 1 m². Las colocaremos tomando las medidas de la misma manera anteriormente explicada.

El acabado
Es el momento de cortar las baldosas. En el caso que utilicemos piezas de terracota, las cortaremos con una amoladora en vez del cortador de baldosas. Marcaremos por donde cortar y las sujetaremos bien con un sargento al banco de trabajo. Utilizaremos un disco apropiado para este material.

Una vez el mortero o la cola estén totalmente secos, de 12 a 24 horas, pasaremos al rejuntado. Las juntas mantendrán las baldosas en su sitio y absorberán las posibles deformaciones de la superficie. Extenderemos la lechada tapajuntas sobre el suelo y la distribuiremos con la llana de goma.

Pasadas dos horas extenderemos un poco de serrín y frotaremos con un cepillo para acelerar el proceso de endurecimiento de las juntas. Para limpiar los restos de cemento que cubren las baldosas frotaremos con un trapo húmedo.

En entablados de madera, primero aplicaremos un revestimiento adherente impermeabilizante con un rodillo (número 1, en la imagen), al cual graparemos una malla de fibra de vidrio (2). Terminaremos con un revestimiento autoalisante (3). Ahora el suelo ya esta preparado para proceder de la forma antes descrita.

Cómo alicatar las paredes

Una de las tareas fundamentales en albañilería es el alicatado. Aunque es frecuente recurrir a los servicios de un profesional para poner azulejos en cocinas o cuartos de baño, los más osados pueden ahorrarse sus honorarios si se animan a ponerse ellos mismos manos a la obra. Para este trabajo necesitarás unas herramientas muy específicas y seguir los pasos detenidamente. Sin duda, se trata de un reto complicado, pero a la vez enriquecedor y gratificante para los amantes del bricolaje.

Herramientas necesarias

El cortador de baldosas.
Las tenazas "boca de loro".
El nivel de burbujas y regla.
La plomada y cordel.
El mazo de goma.
La llana dentada y la paleta de albañil.
La llana de goma.
La amoladora.
Tubo de silicona y pistola aplicadora.
Las protecciones.
Preparación de las paredes
Antes de nada, igualaremos la superficie cubriendo los agujeros y las fisuras con una masilla tapaporos elástica. En el caso de que haya restos sueltos, los eliminaremos con un raspador triangular antes de aplicar la masilla. Una vez ésta se haya secado, lijaremos la superficie para dejarla totalmente lisa. Cuando se trata de una pared con papel pintado, no se puede alicatar sin antes haber arrancado el papel, ya que los azulejos pesan demasiado y podrían arrancarlo. Para despegarlo fácilmente utilizaremos vapor.



Sobre las paredes pintadas tampoco podremos alicatar directamente, antes las debemos desengrasar. A continuación las lijaremos con un papel de lija grueso, eliminando cualquier resto suelto para mejorar la adherencia. Las superficies muy porosas (yeso, ladrillos, cemento u hormigón) las tendremos que tratar previamente con una imprimación especial para evitar que absorba la humedad de la cola, ya que, de lo contrario, la adherencia sería menor.

En el caso de paredes húmedas, lo primero es localizar el origen (goteras de una tubería, humedad que suba por capilaridad, etc) para solventar el problema con el producto apropiado. En caso contrario, la humedad volverá a aparecer con el tiempo, dañando nuestro trabajo.

Comenzar a alicatar
Empezaremos trazando una línea vertical en medio de la pared con un cordel y una plomada. Nunca debemos empezar desde un rincón ya que las paredes no suelen formar un ángulo recto. En los rincones y uniones con otras paredes colocaremos azulejos cortados, ahí el corte será menos visible. Al cortarlos, desaprovecharemos muchos azulejos, así que compraremos siempre un 10% más de los que en principio necesitemos.

Para distribuir los azulejos, primero dibujaremos un plano para calcular cuántos utilizaremos, los que cortaremos para prever la colocación simétrica alrededor de las aberturas. Igualmente decidiremos la separación entre las juntas que puede ser de 2 mm. a 5 mm, incluso 8 mm. para los azulejos de 15 x 15 cm. Para la adhesión, actualmente se utiliza cola impermeable. La aplicaremos con una espátula dentada haciendo pasadas horizontales. La cola puede ser cemento-cola, pasta adhesiva o cola funguicida para los lugares húmedos.

El primer azulejo lo colocaremos siguiendo la plomada y en la parte inferior de la pared, apoyado sobre una encimera, el borde de la bañera o sobre un listón de madera provisional. Pero siempre dejaremos una pequeña separación con unas piezas de plástico cruciformes para posibles movimientos.

A medida que vayamos ubicando los azulejos, también colocaremos las piezas de plástico cruciformes en los ángulos superiores para que todas las juntas tengan la misma separación. Con una regla de aluminio iremos comprobando que vayan quedando totalmente planas contra la pared y, en caso contrario, les daremos unos ligeros golpes con un mazo de goma.

Los acabados
En los lugares como las esquinas y rincones, donde tengamos que colocar parte de un azulejo, lo cortaremos previamente con un cortador específico a la medida necesaria. Marcaremos con un lápiz el corte y pasaremos la cuchilla del cortador. Bajando el mango, partiremos el azulejo o, en su defecto, lo apoyaremos en un ángulo y le daremos un ligero golpe por detrás.

Si hemos de realizar una abertura en el borde de un azulejo, primero de todo marcaremos con un punzón la línea de corte y seguidamente cortaremos trocitos con las tenazas de boca de loro. Una vez cortado, puliremos los bordes con la lima.

Para hacer una abertura en medio de un azulejo, por ejemplo una tubería, primero marcaremos el contorno y luego haremos sucesivos agujeros dentro de éste círculo con el taladro (pero a bajas revoluciones y sin el percutor). Para despegar esta zona le daremos unos golpecitos, igualaremos los bordes con las tenazas y lo limaremos.

Una vez terminado el trabajo y la pared seca (necesita un día), aplicaremos el tapajuntas, que puede ser blanco o del color de los azulejos. Sobre ellos lo extenderemos usando una llana de goma y, cuando empiece a secarse, limpiaremos las zonas superfluas con un trapo o una esponja.

En las uniones con bañeras, platos de duchas o encimeras, aplicaremos una junta de silicona fungicida. El acabado final lo conseguiremos mojándonos el dedo con agua jabonosa y pasándolo por encima de la tira de silicona.

Cómo instalar un extractor de humos

Aunque las ventanas de las cocinas sean amplias y numerosas, el incómodo humo que brota de guisos y fritos puede inundar tu hogar de un penetrante aroma, además de desgastar los muebles por el efecto de las grasas. Por eso, la solución más efectiva y práctica es colocar un extractor. A continuación, te explicamos los pasos que debes seguir para hacerlo tú mismo y conseguir un resultado impecable.

Antes de nada, deberemos elegir el modelo que más se adecue a nuestros gustos y necesidades. Podemos encontrar extractores plegables, con detector de presencia, fijos o conectados al exterior por una tubería, entre otros. Un aspecto muy importante que tendremos que valorar es la dimensión de la estancia, ya que las prestaciones de un extractor u otro varían mucho según su tamaño.

Cuando nos hayamos decidido por el artículo que vamos a adquirir, es necesario saber el soporte sobre el que vamos a instalarlo: muros, cristal o directamente en el conducto de salida. Nosotros hemos elegido esta última opción y procedemos a explicaros cómo colocarlo.

Las herramientas necesarias
Es muy importante, como en cualquier labor de bricolaje, disponer de unos aparejos aptos para que nuestra tarea se realice de la mejor forma posible. En este caso, necesitaremos:

Taladro,
destornillador,
lápiz,
metro,
tacos,
tornillos,
canaleta y
broca de widia.
Un extractor a tu medida
Cada estancia es un mundo, y por ello, cada extractor también. Determinar el caudal de aire que necesitamos es una tarea que deberás realizar indispensablemente.

El caudal de aire será, aproximadamente, 8 veces por hora el del total de la habitación, pero hemos de tener en cuenta que, por ejemplo, no es lo mismo una casa en la que el uso de la cocina es frecuente que otra en la que prácticamente no se emplea, o que un sótano, donde la humedad es elevada.

Además, es aconsejable tener presentes otros factores importantes. Por ejemplo, que se debe colocar justo en el lado opuesto a la puerta de la habitación, que no esté justo encima de los radiadores, para no desperdiciar el calor que éstos desprenden, o que en el cuarto de baño no se recomienda situarlos sobre la ducha o bañera.

Directamente a los conductos
Su empleo más habitual tiene lugar en los cuartos de baño que no cuentan con ventanas. El extractor se acopla a la rejilla de salida; de esta manera, el tamaño de nuestro modelo debe ser el mismo que el de la rejilla.

Lo primero es, con ayuda de un destornillador, desprendernos de la rejilla y, una vez desmontado el extractor, introducir el tubo de salida dentro del conducto. Lo sujetaremos por medio de los tacos que se colocan en los agujeros destinados al efecto.

El fabricante te guiará sobre cómo realizar la conexión, teniendo en cuenta que la alimentación debe proceder de la fuente de electricidad que se encuentre más cercana. La forma de unir el cable y el extractor será por medio de una canaleta ajustada con tacos o, incluso, pegada con silicona.

Normas de mantenimiento
Los extractores no demandan ningunas atenciones especiales, bastará con limpiar el polvo de la rejilla con un paño húmedo de forma regular. El filtro lo cambiaremos una vez al año. Para prolongar la vida de este aparato, asegúrate de que realmente lo usas de un modo eficiente: con ventanas abiertas y corrientes de aire es difícil canalizar los humos en una sola dirección.

Por otro lado, se recomienda instalar en tu extractor un temporizador, que lo mantendrá en funcionamiento hasta que se haya renovado por completo el aire.

Colocar barras y rieles para cortinas

La decoración del hogar otorga una importancia fundamental a los textiles. Las tapicerías muestran uno de los aspectos decorativos de sofás y sillas, y las ventanas se visten con cortinas y visillos de muy diferentes motivos. El problema es que, en ocasiones, no sabemos cómo colocarlos correctamente. Sin embargo, tan solo se necesitan ciertos materiales y conocimientos básicos para llevar a cabo esta tarea.

Existen diversas formas de sujeción, en función del tipo de tela así como del lugar donde se situará y de la decoración general de la estancia. Asimismo, este elemento decorativo se complementa con la inmensa variedad de barras que encontramos en el mercado.

Elegir el modelo
Los mecanismos para la instalación son tres:

Barras decorativas: optaremos por esta solución si, además del textil, deseamos que la sujeción colabore en la estética del conjunto. Los materiales que encontramos son variados, desde diferentes tipos y tonos de madera hasta metales como el hierro, de diversos colores. En el extremo encontramos un remate decorativo, como el de estos dos modelos en forja y madera que presenta Cintacor. La cortina se une a unas anillas que se introducen en la barra.

Rieles: son lo más acertado para estancias como el baño, donde lo que se busca es la funcionalidad. En este caso, sólo veremos el visillo, que se colgará mediante ganchos y que se moverá mediante una cuerda.

Portavisillos: de pequeño diámetro, adecuados para colgar telas pequeñas. Una buena idea, también apta para cortinas de mayor tamaño, son las barras de cable.

Las medidas: el primer paso
En primer lugar, hemos de saber que las barras y rieles pueden fijarse tanto en la misma pared de la ventana, como en las laterales o en el techo. Las medidas las tomaremos de la siguiente forma:

Si las cortinas se retiran a ambos lados para su apertura, mediremos el ancho de la ventana, así como los espacios laterales que ocupan recogidas. La suma de ambas cifras nos dará las dimensiones de la barra, como se muestra en las figuras A y B.


Si se recogen a un lateral, hemos de medir igualmente la anchura de la ventana, el espacio lateral para la tela y una superficie suficiente en el otro lado del vidrio para que las cortinas lo cubran por completo cuando estén corridas. Lo vemos en las figuras C y D.

La distancia entre la barra y la ventana será de unos 10 ó 15 cm.
Cómo colocarlos
Los materiales que necesitamos para ponernos manos a la obra son: máquina de taladrar con brocas, metro y nivel, martillo, destornillador, rieles o barras, anillas, tacos y tornillos.

Señalamos una línea recta, con ayuda del nivel y el metro, a la altura a la que deseamos colocar el sistema de sujeción. Situamos los soportes y marcamos los puntos de fijación, cuyos extremos han de estar a la misma distancia del marco de la ventana. Taladramos, introducimos los tacos y atornillamos los soportes. Situamos la barra encima de éstos, bien centrada. Los rieles se instalan de la misma forma.

Si se realiza en la pared lateral o en el techo, hemos de tener en cuenta que el sistema de apoyo ha de estar situado al menos a 10 cm. de la pared. En cualquier caso, no olvidaremos que las dimensiones de tacos y tornillos variarán según el peso del mecanismo y de las telas.

Además, si el tejido es muy pesado o mide más de dos metros de ancho, conviene situar otro punto de apoyo en el centro. Finalmente, colgaremos la cortina. Para que el resultado sea perfecto, conviene que las anillas se sitúen cada 10 cm. de tela.

Cambia las juntas de los azulejos

La pintura suele ser el material que recubre las paredes de toda la casa, sin embargo, las de cocinas y baños, son la excepción, ya que están cubiertas de azulejos. En ellos se acumula suciedad y, aunque los limpiemos a conciencia de forma habitual, con el paso del tiempo, las juntas se van deteriorando. La cocina adquiere entonces un aspecto más descuidado y envejecido.

Es el momento de llevar a cabo una pequeña reforma en dos de las estancias más importantes y utilizadas del hogar. Aunque podemos recurrir a profesionales, nos ahorraremos la espera si nos ponemos manos a la obra.

Cambiar esta pasta que se ubica entre azulejo y azulejo es muy sencillo, y además, nos puede servir también para dar un cambio de aire a la estancia, aplicando colores frescos y atrevidos. Será una tarea que realizaremos en poco tiempo y con materiales básicos.

PASO 1 No son necesarios ni una gran obra ni amplios conocimientos de albañilería. Tan sólo necesitamos una llana de goma o una brocha, un rascador, pasta de rejuntado, una esponja y esparto

Cambiar la bañera por una ducha

Las necesidades de los hogares cambian a medida que también lo hacen sus inquilinos. Lo que en un principio parecía una buena idea, con el tiempo, puede no serlo tanto. Es el caso de las bañeras de obra: muchas personas optan por sustituirlas por un plato de ducha, ya sea por comodidad, ahorro de agua, o simplemente, para ganar espacio en el cuarto de baño. Antes de planteártelo, deberás saber que te enfrentas a una pequeña reforma con algunas dificultades. ¿Quieres conocer cuáles son las ventajas y los inconvenientes?

Parecen obvios los beneficios de instalar una ducha en casa: su comodidad es más que evidente, ganando puntos si tenemos en casa a personas con movilidad reducida, que suelen tener más dificultades para entrar en una bañera. Además, una ducha es más 'ecológica' que un baño, porque en este último se desperdicia mucha agua.

Por otro lado, para acometer esta obra hemos de contar con profesionales, a no ser que seamos 'manitas' muy expertos. Cambiar la bañera por la ducha puede llegar a costar 2.000 euros, dependiendo de los materiales. Una reforma total del cuarto de baño puede ascender a los 6.000 €.

Trabajos de albañilería
Para retirar la bañera, hemos de picar y desescombrar. Por otra parte, al hacer una ducha de obra, hemos de conseguir un revestimiento similar al que tenemos en el cuarto de baño, o parecido, para que no exista demasiado contraste entre lo nuevo y lo antiguo. A los materiales (generalmente baldosas cerámicas), hemos de sumar la mano de obra: debes alicatar las superficies.

Levantar un murete o cerrar parte del hueco con un tabique de pavés son soluciones muy elegantes para cerrar el hueco de la ducha, aunque implican también trabajos de albañilería. El vano que queda se puede completar con una mampara y una puerta batiente, evitando así que salpique demasiado el agua. Ambos trabajos pueden costarnos entre 600 y 900 €.

Fontanería y aislamientos
Obligado es, asimismo, adaptar el desagüe y las tomas de agua de la bañera a la ducha. Por cierto, ya que vas a ponerte con la instalación, siempre puedes cambiar las tuberías viejas de plomo, por otras más resistentes, como las de cobre, o de mejor calidad y menos contaminantes, como las de polipropileno.

Asimismo, no te olvides de instalar planchas aislantes para evitar humedades en las paredes. Suelen ofrecer buen resultado los aislamientos de fibras minerales, como la de vidrio. Después habrá que cubrir con mortero y el alicatado.

Alternativas de decoración

Ducha de obra a nivel del suelo: una opción perfecta para la imagen del baño y para la comodidad, ya que nos ahorramos el escalón, pero que requiere ciertas precauciones. Aquí no existe el plato de ducha, así que tendremos que instalar un solado antideslizante en el suelo y con cierta inclinación hacia el sumidero, ya que así evitamos que el agua se quede estancada.
Murete o pavés: si elegimos el plato de ducha, podemos recurrir a dos opciones muy decorativas. Una de las alternativas es cubrir la mitad del hueco de la ducha con un tabique de pavés del techo al suelo, que ofrece luminosidad y amplitud al espacio; la otra es dejar un murete a media altura y cubrir con mampara hasta el techo.

Ventanas

Cuál elegir
La elección de una ventana u otra debe supeditarse principalmente al clima de la zona. Tanto los materiales con que están hechas como el sistema de apertura, dependen de las necesidades funcionales de cada uno. Tener en cuenta las condiciones climáticas prolongará considerablemente su vida.

Accesorios
Dependiendo del sistema de apertura de la ventana, ésta incorporará unos accesorios u otros. Hay diferentes manillas para las ventanas batientes y practicables; sistemas de seguridad para evitar aperturas accidentales; pivotes de frenado para mantener fija una ventana batiente, sistemas de cierre para ventanas correderas, etc.

De qué materiales están hechas
-Aluminio: su principal característica es que resiste muy bien a la corrosión. Suele utilizarse en lugares de costa, con elevada humedad ambiental.
-Madera: como es normal, la madera resiste menos los cambios bruscos y continuos de temperatura y requiere muchos cuidados. Este tipo de ventanas son ideales para zonas templadas.
-PVC: muy resistentes y con gran poder aislante. Recomendado para zonas muy frías.
-Poliuretano: se trata de un excelente aislante térmico, que resiste perfectamente cambios extremos de temperatura. Es la ventana perfecta para el centro peninsular.

Qué tipos existen
- Practicables: pueden ser de una o dos hojas. Una manilla o tirador permite abrirlas totalmente.
- Correderas: las hojas circulan por unos carriles y sólo puede mantenerse abierto un lado cada vez.
- Basculantes: este tipo de ventanas se abren a partir de un eje horizontal situado en el eje de la ventana.
- Oscilo-batientes: se abate únicamente un extremo (el superior, el inferior, hacia dentro o hacia fuera), hasta una determinada distancia.
- Replegables: repliega las diferentes partes de la ventana o puerta.

La arquitectura condiciona
El lugar donde se va a colocar una ventana condiciona en gran medida el estilo de ésta, ya que, una ventana practicable puede que moleste al abrirla, mientras que una corredera o una basculante ahorran mucho espacio. Por otro lado, hay lugares en los que debe ir una gran superficie acristalada, pero no se pueden colocar ventanas correderas; en este caso, la mejor opción es una replegable o corrugable.

Preparación de la pared para alicatar

Preparación de la pared para alicatar

A la hora de poner azulejos nuevos lo primero que hay que hacer es preparar la base del alicatado: la pared. Es imprescindible que ésta se encuentre en buen estado porque, de lo contrario, el revestimiento acabará por desprenderse.

Para conseguirlo, lo primero es observar atentamente la superficie que se va a cubrir con los azulejos: todas las grietas, agujeros y desperfectos de la pared deben ser raspados con una espátula. Los desconchones y las zonas donde suene hueco también deben ser raspadas.

Las pequeñas grietas hay que subsanarlas también. Para ello tenemos que hacerlas más profundas con el fin de que el emplaste que apliquemos agarre bien y no se desprenda. Para ello, usaremos una espátula triangular para conseguirlo. El siguiente paso es cepillar las grietas con un cepillo empapelador, aunque puede servir también una escoba o un cepillo común que esté bien limpio.

Para rellenar los huecos, aplicaremos aguaplast o aparejo sintético. El aguaplast es mucho más barato que el aparejo, pero éste es mucho más adhesivo y duradero. Para alisar el aparejo hay que utilizar una espátula, utilizándola con una inclinación respecto a la pared de 45 grados.

Los pegotes que se formen al aplicar el producto deben retirarse nada más formarse y a continuación, para asegurarse de que quede lisa la superficie, pasaremos la espátula sobre el borde del ancho de la hoja. Si hay alguna irregularidad el alicatado no quedará liso, así que hay que conseguir que la pared esté totalmente homogénea.

Los agujeros muy grandes deberían cubrirse con una llana en vez de con una espátula.

Cómo taladrar correctamente el metal

Lo primero a la hora de realizar un taladro sobre una superficie metálica es seleccionar perfectamente las herramientas con las que vamos a trabajar. Es importante disponer de una taladradora eléctrica y acoplarle una broca adecuada al tipo de material y, por supuesto, con el diámetro para el que queremos realizar el agujero.

Cómo empezar
Sobre una superficie metálica es recomendable empezar marcando el emplazamiento exacto del agujero, que se debe hacer con un punzón. Habrá que colocar después la broca con mucha precisión para evitar que se deslice y pueda provocar un incidente.

No se debe nunca perforar una plancha metálica delgada sujetándola con la mano: la broca, al terminar el agujero, podría hacerla girar. Es recomendable situar la plancha entre dos trozos de contrachapado sujetos por un tornillo de banco o una cárcel de carpintero.

Realizar agujeros de gran diámetro
Si lo que se necesita hacer es un agujero de gran diámetro, es recomendable realizar un pre-agujero, de diámetro más pequeño, que guiará con precisión el paso de la broca más gorda. Si fuera necesario, se puede realizar en tres pasos, empezando por brocas de diámetro pequeño para acabar con la más grande.

Durante el proceso es importante lubricar la superficie de trabajo; esto puede hacerse con vaselina y se conseguirá enfriar el metal. También es recomendable no utilizar percusión para realizar los agujeros, tan sólo ejerciendo una leve presión se conseguirá una perforación perfecta. Esta presión debe disminuir cuando se vaya a terminar la perforación, de lo contrario el metal podría sufrir alguna deformación.

Taladrar tubos
Algo bastante habitual suele ser el taladro de tubos metálicos. Para ello es necesario utilizar un soporte para asegurar una perforación perfectamente vertical. Sujeta la pieza (protegida por cartones o trapos) en un tornillo de banco. Un truco para que no se deforme el tubo, si éste fuera hueco, es colocar en el interior una pieza de madera

Colocar una ventana

Tomar la decisión de cambiar una ventana no siempre resulta fácil. Nos atrevemos a asegurarte que llevar a cabo la operación es mucho más sencillo.

Qué hacer
Lo primero será desmontar la vieja ventana. Para ello habrá que destornillar los goznes empezando por el que se encuentra ubicado más abajo y así sucesivamente hasta llegar al superior. A continuación desmontar las hojas. El marco de la antigua ventana puede haber sido fijado en la pared de diferentes maneras. Para despejar las fijaciones, empieza por quitar, el marco y luego el yeso del encuadrado ayudándote de un martillo o una maza. Si estuviera fijado con tornillos y pasadores, el método más rápido consistirá en serrar éstos con una sierra de metales. Si se trata del marco de una ventana metálica se desmonta con un simple destornillador.

La colocación
Para obtener una buena estanqueidad, es preferible hacer renvalsos en la pared. Para hacerlo marca el ancho y la profundidad a lo largo de los laterales de la abertura, líneas verticales distantes entre sí del ancho del marco.
La profundidad de este rebajo irá en función del emplazamiento de la ventana, determinado este último por el tipo de apoyo y la naturaleza de la pared. Por último verifica los niveles, los aplomos y los ángulos rectos de las paredes internas de la abertura. También es importante controlar la horizontalidad del apoyo de ventana. Se puede realizar una vista previa colocando provisionalmente el nuevo marco.

Fijado del marco
Se pueden elegir dos buenas opciones:
- La primera de ellas puede ser la de las patas de sellado. Atorníllalas sobre el canto del
durmiente. Dobla las patas en un ángulo de 90° y séllalas con un cemento rápido o con un mortero especial. Esto te permitirá anclarlas sólidamente en la pared.
- La segunda es la fijación por tornillos y tuercas. Se pueden utilizar unos pasadores especiales. El tornillo ya está colocado dentro de la tuerca y se prolonga por una pieza cónica que se ensancha cuando se atornilla, y sujeta la ventana en su sitio.

Detalles
Independientemente del método utilizado, a continuación habrá que limpiar de polvo el vano y depositar una capa de masilla de albañilería, en el sitio donde se colocará la ventana.
Se recomienda colocar unas cuñas de madera sobre las cuales se asentará la ventana. Esto permitirá colocarla bien horizontalmente y dejar un espacio regular entre el marco y la pared.
Por último pon en su sitio la ventana. Cálzala, por cada lado con pasadores de madera (biselados). Verifica una buena colocación horizontal y vertical del durmiente, y finalmente vigila el buen funcionamiento de las hojas.

Cómo colocar losetas de vinilo

Es posible cambiar el suelo de una habitación y evitar al mismo tiempo tener que sacar escombro. ¿Cómo? Muy sencillo, colocando losetas de vinilo, uno de los mejores recursos cuando se pretende colocar un pavimento sobre otro ya existente.

Diferentes tipos de losetas
Puedes elegir entres diferentes tipos de suelos plásticos de vinilo. Hay losetas autoadhesivas, de montaje con cola e, incluso, pavimento en rollo, de iguales características, aunque, en este caso, puede resultar mucho más difícil de manejar por su gran volumen.

¿Qué materiales necesitas para comenzar a trabajar?
No son muchos los materiales o herramientas necesarias para colocar losetas de vinilo. En el caso de que sean de montaje con cola debes utilizar una escuadra de gran tamaño, una rasqueta, un metro, un cúter y, claro está, cola de montaje. Lo más probable es que en el lugar donde adquieras las losetas te aconsejen sobre el tipo de cola que tienes que utilizar.

Requisitos para una perfecta colocación
Por supuesto, a la hora de colocar este tipo de suelo debes tener muy en cuenta la superficie que va a quedar debajo.
1. Limpia muy bien el suelo. El polvo y la arenilla impiden que la loseta se pegue bien.
2. Conviene que el suelo esté muy liso. Cuanto menos faltas y bultos tenga, mejor acopladas quedarán las baldosas.
3. Cuando pongas las losetas, intenta que el radiador de la habitación esté apagado o que dé poco calor. Las temperaturas altas suelen afectar negativamente al resultado.

Pasos a seguir
Una vez limpia la habitación, haz lo siguiente:
1. Debes colocar la primera loseta en el centro de la habitación. Ayúdate de una escuadra, te permitirá colocarla en el lugar indicado, totalmente recta.
2. Marca en el suelo, con un lapicero, la forma de la baldosa.
3. Con una rasqueta, aplica la cola de montaje bien extendida y sitúa la loseta encima.
4. Continúa pegando losetas. Debes tener mucho cuidado de no dejar huecos entre ellas. También es importante que no queden burbujas al colocarlas y, por supuesto, nunca debes pisarlas, o corres el riesgo de recorrerlas o rebajarlas.
Cuando llegues a la pared, debes cortar la baldosa. Utiliza un cúter para ello. Eso sí, ten mucho cuidado y sé lo más preciso posible al medirlas

Sanear el suelo de cemento de un garaje

Renovar viejos pavimentos de cemento, como los del garaje o los del porche, es un trabajo muy sencillo: lo mejor es utilizar pintura. Los suelos de cemento, muy porosos, resultan ser el lugar ideal para el cúmulo de polvo, manchas de grasa y barro. La aplicación de una pintura especial puede dejarlos como nuevos, permitiendo además lavar la superficie.

Las pinturas
Los dos tipos más utilizados para estas reparaciones son las denominadas 'listas para el empleo' o las de 'dos componentes'. Dependiendo del fabricante, serán de resina, de poliuretano, acrílicas… Y, en cada caso, habrá que utilizar un disolvente específico.

La preparación
Para acondicionar previamente la superficie realiza el siguiente proceso:

Asegúrate de la buena adherencia de la pintura: el lugar debe estar perfectamente limpio y seco. Lávalo a fondo con agua y detergente normal.
Una vez seco, si aparecen manchas de grasa, es necesario frotar una por una con disolvente.
Si el cemento todavía tiene lechada, es importante limpiarlo con ácido clorhídrico diluido en agua.
Para tapar las posibles ranuras, se puede utilizar mortero de fraguado rápido, aplicándolo con una espátula, hasta que penetre bien el material.
Después pasa una esponja húmeda y deja secar un par de días antes de proceder al pintado, para que desaparezca la humedad por completo.
Una vez seca la superficie, se pueden eliminar las irregularidades con una lijadora.
Los pasos para pintar
Una vez limpia la superficie, pintarla será fácil y rápido. Haz lo siguiente:

Para comenzar a pintar, es importante leer las instrucciones del fabricante del producto.
Normalmente aconsejan añadir un poco de disolvente y esperar unos minutos para que la mezcla se vuelva homogénea.
Comienza pintando con una brocha ancha y creando una banda al borde de las paredes.
Continúa con el rodillo, utilizándolo con un mango telescópico. Avanza uniformemente por pequeñas zonas con bandas paralelas. Siempre desde el fondo del garaje hacia fuera.
Es importante verificar el tiempo de secado.
Una vez seco, aplica una segunda capa.
Antes de utilizar la superficie, es recomendable esperar al menos 36 horas.

Pequeñas reformas para revitalizar tu casa

El verano es un momento perfecto para acometer pequeñas reformas en el hogar, aprovechando que disponemos de mayor tiempo libre. ¿Necesita tu vivienda una limpieza general?, ¿ quizá hace falta aislar paredes y techos?... ¿o simplemente una mano de pintura que revitalice su aspecto general? Sea cual sea tu caso, te damos algunas ideas para darle un aire nuevo a tu casa.

Es innegable que, para conseguir mantener temperaturas estables dentro de la casa, necesitamos un buen aislamiento en techo, paredes y suelos. Las paredes, por ejemplo, se pueden aislar con ladrillos huecos, hormigón, estuco sintético o aislamiento de vertido. Este último es la mejor opción para las paredes acabadas y se instala vertiendo el líquido por los espacios que quedan entre las vigas del techo o bien por soplado con un equipo especial.

Por su parte, el ladrillo hueco fundamenta su eficacia en el grosor de la pared, que se ve incrementado para evitar que las temperaturas extremas se cuelen en la vivienda. Por otro lado, los inmuebles con paredes de hormigón tendrán que añadir perlita como aislante, ya que el hormigón absorbe el calor. Por último, el estuco sintético es un sistema innovador compuesto por diversas capas aislantes, especialmente útil para resguardar la casa de corrientes de aire.

Suelos y techos
El techo es uno de los lugares por donde más se escapa el calor del hogar. Existen láminas de distintos materiales (fibra de vidrio, fibra mineral) que permiten aislar la vivienda no sólo del clima exterior, sino también de los ruidos. Muchas veces, en el caso de lugares cálidos, se recurre a pinturas aislantes, que rechazan la luz.

Para el suelo, los mejores sistemas son las láminas flexibles de vidrio o las capas de aislamiento reflector de diversos componentes. Por último, no olvides reforzar con aislante los zócalos y juntas de puertas y ventanas, aunque en este último caso es buen método recurrir al doble acristalamiento, que no sólo mantiene la temperatura de la casa, sino que protege de los ruidos.

Pintar la casa
La primera cuestión a la hora de pintar es decidir si contratamos a un profesional o si lo hacemos nosotros mismos. El ahorro puede alcanzar hasta un 70% si nos animamos a pintar nosotros, aunque también hay que pensar en el esfuerzo y en el gasto de tiempo que esta tarea supondrá.

Si al final nos decidimos a pintar, tendremos que decidir el tipo de pintura y el color. Siempre elegiremos tonos ligeramente más claros de los que queremos, ya que normalmente las cartas de colores suelen parecer más suaves de lo que son en realidad. Pintaremos en el siguiente orden: techo, paredes, cercos, marcos y zócalos.

Para las paredes y los techos lo mejor es la pintura plástica, ya que se seca rápidamente y es lavable. Haz cálculos para comprar la pintura: con un litro cubriremos 20 metros cuadrados. Para los marcos de ventanas y puertas, optaremos por esmaltes sintéticos. En las tiendas nos pueden asesorar en este sentido.

Un lavado de cara
Son muchas las personas que aprovechan las vacaciones para hacer limpieza general en casa. Uno de los lugares donde tendremos que ser más enérgicos es la cocina, una estancia que se ensucia mucho durante el año. Es fundamental vaciar el frigorífico para limpiarlo: utiliza una mezcla de bicarbonato y agua para el congelador y jabón para el resto. Aprovecha para organizar después los alimentos dentro de la nevera de un modo racional y pon un pequeño cuenco con bicarbonato para evitar los malos olores.

Es también buen momento éste para abrillantar la batería de cocina con soluciones de bicarbonato y agua caliente. También con esta mezcla podemos quitar las manchas de grasa acumuladas en los azulejos de las paredes y el suelo. No olvides usar desengrasantes en el horno, los fuegos y el microondas.

Es momento de ponerse con el cuarto de baño: lavaremos las cortinillas de la bañera o la ducha, desinfectando bien. En el caso de que sea mampara, la descolgaremos con cuidado, frotaremos con jabón las manchas de suciedad, las dejaremos reposar en agua con jabón y secaremos bien para después volverlas a instalar. También es efectivo sustituir el jabón por soluciones de agua tibia con bicarbonato.

A continuación, incidiremos sobre los sanitarios y desinfectaremos alfombrillas, escobillas y armarios. Deja caer un poco de bicarbonato por los sumideros para quitar los residuos de las tuberías. Repasa, tanto en la cerámica del baño como en la de la cocina, la lechada que separa cada azulejo con un poco de pintura blanca especial (baldosinín) o con otros productos especiales.

Salón y dormitorios
En el caso del resto de estancias de la vivienda, tendremos que retirar y lavar todos los textiles de la casa: tapicerías desenfundables, mantelerías, ropa de cama, colchas, alfombras y cortinas. El buen tiempo nos permite lavar y secar rápidamente para poder reinstalarlas cuanto antes. En el caso de las alfombras, esperaremos a que llegue el frío.

Aprovecha para vaciar mesas, armarios y estantes, y limpiar en profundidad, eliminando el polvo de los lugares más escondidos, primero con productos especiales para muebles y una gamuza y luego con un paño seco de algodón. Utiliza productos reparadores de madera en muebles y suelos de parqué o tarima. También limpia las lámparas y sustituye las bombillas convencionales por otras de bajo consumo.

Limpiar las ventanas puede ser una tarea bastante tediosa y es posible que nos ocupe casi un día entero, dependiendo de las dimensiones de la vivienda. Ármate con un trozo de tela de algodón y un producto limpiador de cristales, y elimina las manchas a conciencia. Las más difíciles se pueden eliminar con una pasta fina elaborada con agua y bicarbonato. Hay quien dice que el papel de periódico consigue resultados magníficos a la hora de limpiar ventanas. No te olvides de humedecerlo con agua y jabón antes de frotar.

Design konnio.com