miércoles, 6 de febrero de 2008

Decorar la pared con un friso de madera

Si deseas cambiar el aspecto de una "aburrida" pared sin realizar ningún tipo de obra, prueba a instalar un friso de tablas o láminas machihembradas. Esto quiere decir que cada lámina tiene por un lado la parte macho y por el otro la hembra. De esta forma es posible encajar unas en otras con el fin de que queden perfectamente alineadas y no haya ningún resquicio ni espacio entre ellas.

Qué es un friso

El friso es una franja mas o menos alta de materiales como el mármol, azulejo, papel pintado o madera, que se utiliza como adorno en la parte inferior de las paredes. Además de realzar el aspecto de una habitación, el friso también sirve para proteger u ocultar los posibles desperfectos que tengan las paredes.

Materiales y herramientas necesarias

- Tablas o láminas machihembradas (se pueden encontrar en cualquier almacén de bricolaje).
- Rastreles o perfiles. Son listones de madera barata que sirven para fijar el friso y hacen que éste quede aireado y aislado de la pared.
- Molduras. Para la parte superior e inferior (zócalo) del friso.
- Tornillos.
- Atornillador eléctrico.
- Grapas especiales.
- Cola de contacto.

Procedimiento de instalación

1. Fija el perfil o rastrel inferior a la pared mediante tornillos.
2. Una vez fijado el perfil inferior introduce en las ranuras dos láminas algo separadas y apoya el rastrel superior para tomar la referencia de donde debe ir y, a continuación, fíjalo.
3. Retira las dos láminas y fija otro perfil entre el rastrel inferior y el superior. Que quede aproximadamente a la altura que corresponda a la mitad del friso.
4. Coloca las láminas o tablas una a una, fijándolas al perfil del centro mediante las grapas especiales. Es aconsejable utilizar grapas ya que si se quiere desmontar, el material no sufrirá daño alguno, pudiendo colocarse de nuevo.
5. Utiliza la cola de contacto para pegar las molduras, inferior y superior, en sus respectivos perfiles.

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